La fotógrafa
Marta Areces y el diseñador Marcos Luengo ofrecieron ayer tarde una
conferencia sobre fotografía y moda dentro de la Semana Cultural de
los “Moscones de Oro” que cada año organiza la Asociación de
Amigos del concejo. Amigos y familia se dieron cita en la Casa de
Cultura de Grado para abrigar a los conferenciantes.
Marcos Luengo,
premio Moscón de Oro año 2017 invitó a la fotógrafa a acompañarle
en la Conferencia cediéndole la palabra en todo momento y ocupando él
un discreto segundo plano. Nadie mejor que Marta Areces que ha
acompañado al diseñador en estos últimos tres años documentando
su trabajo para mostrar junto al autor el aspecto más visual de este
trabajo creativo íntimamente unido al arte.
Comenzaron
manifestando la emoción que sentían de estar ayer en Grado entre
amigos. Para Marta Areces que agradeció a Marcos su invitación, es
muy grato acompañar a un amigo y que su pueblo lo reconozca y
especialmente emocionante poder enseñar el fruto de su trabajo
"fotografíamos lo que hemos vivido y cada vez estoy más
contenta de haber escogido esta forma de expresar." Marcos por
su parte se mostró encantado de conocer a todos los presentes y
sentir el cariño y el apoyo de su gente. Vamos ambos jugaban en casa y cuando esto pasa realmente nada puede salir mal.
La conferencia
que empezó con nervios pues el grupo que ocupaba la sala multidisciplinar de la Casa de Cultura apuró su tiempo y no dejó a los siguientes, Marta y Marcos, prácticamente posibilidad para colocarse, tomar aire y respirar hondo antes de enfrentarse al público, no fue propiamente tal. Apoyándose en las
fotos de Marta, los dos protagonistas, charlaron para
un auditorio en el que la mayoría los ha visto crecer o ha crecido
con ellos, no sólo del trabajo del diseñador sino también de su
amistad desde niños. "Nos conocemos desde antes de nacer"
dijo Marta y pasó a contar un poco como vivieron infancia y
adolescencia en la villa moscona "estabamos locos porque
llegaran las vacaciones", "Marcos siempre discurría de que
nos ibamos a disfrazar por Santiago y Santa Ana y era increíble como
veía también la puesta en escena de los disfraces", y como
aunque la vida los llevo por caminos diferentes nunca dejaron de
estar en contacto. "Es un hombre que ha ido reinventándose"
afirma Marta.
En 2007, un
minuto antes de comenzar la crisis después de mucho diseño de bolsos y mucha carretera por España para colocarlos en las mejores tiendas, Marcos Luengo se lanza a la
aventura definitiva y para sobrevivir decide "crear a medida".
Tarda poco en que su nombre comience a sonar en el mundo de la moda, en Asturias las novias y madrinas más elegantes han ido en estos últimos años vestidos por él, Luengo llama a Marta para que le acompañe en este camino. Ella se
entrega a la labor intensa y emocionante de ir fotografiando este tiempo en la vida laboral del diseñador. Unos años de crecimiento
laboral y personal. Unos años en los que dos son los pilares de este
creador: Familia y equipo. Sin Verónica su esposa y sus hijas,
Carmen y Teresa, no hay proyecto. Su equipo, el conjunto de
trabajadoras que le acompañan y a las que siempre, siempre que tiene
oportunidad reconoce su papel en este éxito y a las que nombra en cuánto tiene ocasión cuando habla con cariño y respeto como si todos ellos pertenecieran a idéntica familia. Y es que Marcos es un
hombre humilde, humilde y generoso en saber dar a cada uno su lugar
en esta empresa.
A lo largo de las fotos de Marta se pudo ver ayer el nacimiento de un sueño con el broche de oro final del primer desfile en Cibeles porque para muchos de nosotros, enamorados de la moda, la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid siempre será Cibeles.
Aprendimos mucho
el público ayer. Desde el momento en que la prenda solo es una idea
en la cabeza de Luengo que no trabaja con bocetos, "salvo los
bocetos que le hago a Cristina" una de sus colaboradoras "que
es la que interpreta lo que tengo en la cabeza" antes de
convertirse en creación sólo es un trozo de tela que colocan sobre
Carmen, una de sus hijas, dandole forma con alfileres, hasta que
finalmente una modelo profesional defiende el look en una pasarela
pasa mucho tiempo. Ese día, el del desfile, "para mi es el
mejor porque mi trabajo ha finalizado y puedo relajarme" afirmó
ayer Marcos. Finalizar una colección, la invitación a Cibeles que
hay que ganarse por méritos, el traslado de los trajes a Madrid, el
fiting que supone adaptar las prendas a las modelos que van a
defenderlas en la pasarela, el orden del desfile que es muy
importante para conseguir dinamismo y teatralidad para captar y
mantener la atención. El movimiento de las modelos haciéndose con
la prenda. La ilusión de las jóvenes cuando les van probando los
trajes. La cara de la modelo jovencísima y guapísima cuando le dicen que ella va de novia y cierra el desfile. Las vestidoras una para cada modelo que pone Cibeles a disposición de los creadores. Las medidas de las niñas que nunca son las que mandan las agencias. El carrusel del final del desfile. Muchas anécdotas, muchos nervios, muchas
risas. Todo eso y más se pudo ver ayer en una conferencia que fue
más una conversaión de amigos en la que dos de la pandilla contaban
como les ha ido la vida y el resto se alegraba de un éxito más que
merecido.
La obra fotográfíca de Marta
Areces tan bella y delicada como el trabajo del diseñador se puede
ver estos días en la Casa de la Cultura de Grado junto a algunas de
las creaciones de Marcos Luengo bajo en título “Antes del
glamour”. Estará expuesta entre el 2 y el 16 de octubre.
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