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viernes, 9 de junio de 2017

Serendipia

Os dejo un resumen de la presentación de ayer en Avilés. No del diálogo posterior que fue ameno, interesante y dinámico gracias en gran parte a la presencia de valor incalculable de miembros de los clubes de lectura de Avilés y de Pravia que LEVANTAN UNA PRESENTACION PORQUE SIEMPRE ESTÁN/ESTAMOS AHÍ.

"Buenas tardes y muchas gracias por acompañarnos hoy en esta ciudad en la que tanto Laura como yo jugamos fuera de casa lo que añade nervios al asunto.
Nada pasa por casualidad. Nuestra querida Flor en la presentación de Mieres lo llamó Serendipia, otras personas lo llaman sincronía y algunos otros hablan de los hilos rojos que nos unen. Yo quiero creer que en la vida las personas están destinadas a encontrarse por eso quiero empezar por leer unas palabras a modo de anécdota de cómo encontré a Laura. Luego le haré unas preguntas (que ya he hecho en otros foros) para a continuación abrir un turno de palabra si os parece bien para que podáis dialogar con ella.

Cuando Ovidio Parades en agosto de 2013 recomendó en su blog la primera novela de una autora asturiana "Dejar las cosas en sus días" en una de las líneas de aquella entrada decía que encontrarte con alguien que lee lo mismo que estás leyendo te une de alguna forma a esa persona, pero aquella entrada decía más cosas, hablaba de una historia que atrapaba desde el primer momento, comparando la novela con las de Almudena Grandes, tan bien escrita, con unos personajes que enlazan con otros, con sus alegrías o sus frustraciones, con sus ansias por vivir y sus secretos, con sus ganas de no perder la vista sobre el pasado. Ese pasado que conforma, en buena medida, lo que somos, en lo que nos hemos convertido.  Historias entrelazadas, personajes entrañables, retratos perfectamente definidos. La dignidad de algunos y la falta de escrúpulos en otros... De ahí a comprar la novela de Laura Castañón fue un instante, el siguiente paso fue enganchar a Claudia, cuyo marido es de Bustiello. De repente un poblado minero de la cuenca de Mieres se llenaba de vida y se nos descubría a muchos como algo más que el sitio donde había crecido el marido de  mi amiga.

Aspecto de la sala en la que tuvo lugar la presentación.

Cuando la novela se presentó en la librería Cervantes allí estábamos Claudia y yo, escuchando a aquella mujer sonriente que tenía absoluta complicidad con el público presente. Yo pensaba que qué envidia esa relación con los lectores-amigos. Aquel año entusiasmado todo el mundo con mi blog y con la idea peregrina de que me pusiera a escribir en serio, Claudia me envió un enlace de una librería de Gijón, Laura Castañón impartía un curso de escritura "Escribir la vida" se titulaba. Aquel día la libreras gijonesas no atendían el tfno porque era el primer día de trabajo después de Reyes y habían descansado. Así y todo, despues de un montón de emails y mensajes de Facebook, aquella plaza era para mí, Lara Meana que iba de viaje me contestó desde el tren para decirme que no me preocupara que la plaza era mía.
Recuerdo que me apresure a pagar el curso completo con el dinero que me había dado mi madre por Reyes no fuera a ser que me arrepintiera. 
Desde entonces hasta ahora Laura ha sido nuestra hermana (la hermana mayor que no tengo), nuestra cómplice, nuestra amiga y sobre todo, nuestra maestra. MAESTRA.

El grupo de aprendices de escritoras, que acabó estando solo integrado por mujeres, vivimos el génesis de "La noche que no paro de llover" y la parte emocionante y divertida de su publicación. "¿Cuándo se publica?" era nuestra pregunta favorita. Laura nos leyó la sinopsis, compartió la cubierta, la decisión de si se sacaba antes o después del día del libro...
Durante este tiempo en el que hemos vivido muchas más cosas (sobre todo elecciones, pero también enamoramientos, pérdidas, algunas muy dolorosas, preocupaciones por el momento actual, ... etc) no todas relacionadas con la literatura nos hemos reído mucho, nos hemos emocionado y al pasar las páginas de su novela, la segunda, nos hemos dado cuenta de que lo que nos enseñó está todo en ella. Junto a sus enseñanzas, el corazón y buen hacer de Laura. Hace unos meses, pensaba yo que "por qué nadie quería que le presentará una novela" áquel mismo día otra mujer excepcional me hizo una propuesta fantástica que finalmente no salió y mira tú qué estoy hoy aquí presentando "La noche que no paro de llover" en Avilés. Así que, si estáis por allí, si os gusta leer, si os gustaría verme pasando un mal rato (que espero dure un minuto, porque pasarlo mal al lado de Laura es imposible) os esperamos. Hablaremos de primeras y segundas novelas, de mujeres, de perdón, culpa e incomunicación, de madres e hijas, de editoriales grandes y pequeñas, de promociones bien hechas, de lugares que son escenarios y de la autora por supuesto. Con Ustedes, Laura Castañón."


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